EL CORRAL DE LA OVEJA NEGRA...

NIÑERIAS?


Y Madre me dijo – quédate con este diario, será tuyo por siempre-. Y lo fue, hasta que atravesé los doce años, y como si nada las páginas ya no querían que yo escribiera en ellas. – ¡Esta historia se acabó Alicia! despídete – me gritó. Presione mi pluma sobre el terco papel, mas nada apareció. Hice una rabieta mas no habría tregua. En el camino a casa no dejaba de patear el suelo hasta que terminé haciendo lo mismo con el diario hasta el fondo del cuarto. El cansancio fue tanto; la nueva escuela y todo lo que venía con ella.

Al llegar a la madrugada una insoportable ansiedad por escribir llegó, pero antes le supliqué, - continuaré la historia, no ha terminado, ha sido muy pronto y disfruto leyéndote una y otra vez-. El diario de hermosa pasta púrpura contestó, - hazlo Alicia, pero jamás dejarás de ser lo que eres…una niña.-. – ¿Qué tan terrible puede ser ?- le susurré con labios temblorosos. – tan terrible como jamás despertar…- Le contesté, -¿qué no es igual que estar muerto?-. El libro simplemente dijo, - Sí, y al mismo tiempo estarás viva.- Lo cerré firmemente, - qué tonterías…-